Fantástica Criatura
La vida del gran tiburón blanco sigue siendo uno de los misterios más grandes del océano. Su reputación se apoya sobre los 400 millones de años de evolución que han ido agudizando sus sentidos y perfeccionando su biología. Puede alcanzar los 7 m de longitud y 2 t de peso.
Se nutre principalmente de mamíferos marinos como focas, leones marinos y delfines. Los tiburones pueden sentir la presa a kilómetros de distancia gracias a su oído, que es sensible a vibraciones de baja frecuencia como las emitidas en la naturaleza por cualquier animal vivo.
Además cuentan con un olfato que esta muy desarrollado. Poseen un sistema de detección formado por los receptores de Lorenzini, situados en los numerosos poros que hay en el morro. Actúan como un voltímetro natural que detecta los imperceptibles campos electromagnéticos como los generados por los músculos de un pez.
La sensibilidad eléctrica de los tiburones es la más aguda que se conoce hasta el momento en el reino animal.
